admin/ noviembre 20, 2020/ Uncategorized/ 0 comentarios

(Expansión) – México se enfrenta a la mayor crisis en la historia reciente, sus efectos serán duraderos y aunque se prevé que la recuperación inicie hacia el cuarto trimestre del año, se anticipa que los niveles de producción serán menores que antes de la pandemia; sin embargo, esta crisis también nos da varias lecciones, una de ellas es que la ciencia es transcendental para salvar vidas, por lo cual, sin ella ningún sistema económico está preparado para combatir una pandemia.

Según el CONACYT, al 2018 México contó con 28,579 investigadores, pertenecientes al sistema nacional, es decir, 1.8 investigadores por cada 10 mil habitantes, en países desarrollados la cifra asciende a 30 o 40 investigadores; estas cifras son insuficientes para desarrollar e innovar tecnología, para encontrar soluciones rápidas y creativas.

 

Los retos son diversos y más o menos complejos: mejorar las capacidades de diagnóstico y seguimiento de casos; asegurar la disponibilidad de herramientas de protección y tratamiento (máscaras, vestimenta, desinfectantes, respiradores); análisis de datos y predicción, comunicación efectiva y combate a la desinformación; servicios de cuidado y salud mental; aseguramiento de logística y alimentación, entre otros.

En el país es necesario contar con una política científica y tecnológica que fomente la creación de nuevos productos y servicios y el registro de un mayor número de patentes nacionales, dirigidos a cubrir las necesidades específicas de la sociedad y del sector empresarial mexicano, en donde también las universidades y centros de innovación se beneficien aumentando su nivel de ingresos derivados de la comercialización y adjudicación de patentes.

Al comparar a México y Holanda, en 2018 se observa que en México se tramitaron 16,424 solicitudes patentes, mientras que en Holanda se gestionaron 2,505; esto muestra una clara diferencia a favor de México de 13,919 solicitudes más. Sin embargo, solo el 9.4% fue de residentes, mientras que en Holanda el 84% fueron de residentes. Esta capacidad de exportación de conocimiento tecnológico ha contribuido a que Holanda se ubique en la segunda posición del Global Innovation Index 2018, impulsando beneficios económicos y sociales para el propio país.

Los principales retos y oportunidades son:

– Diseñar mecanismos para facilitar e incentivar la transferencia de tecnología de la academia a los sectores productivo y social;

– Crear las condiciones propicias y lineamientos para que los investigadores emprendan sus propias empresas (spin-off), con base en los desarrollos tecnológicos que han generado;

– Dar mayor apoyo a Pymes para que se inserten en programas de investigación y desarrollo tecnológico;

– Promover y facilitar el uso compartido de infraestructura de investigación entre instituciones de una misma región geográfica;

– Ampliar el número de científicos con la integración de investigadores jóvenes, esto implica la identificación de vocaciones científicas en edades tempranas para su asociación con grupos de investigadores;

– Establecimiento de esquemas de apoyo financiero enfocado a la ciencia y la tecnología, para acciones de fomento de sectores rezagados;

– Incentivar a los investigadores mexicanos a no sólo producir publicaciones, sino también generar, registrar y colocar patentes para uso en la industria y en la sociedad.

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