admin/ marzo 23, 2021/ Uncategorized/ 0 comentarios
Para retornar al trabajo después de la cuarentena por la pandemia de COVID-19 es importante contemplar lo siguiente:
LO PRIMERO SON LAS PERSONAS:
El mayor valor e inversión que tienen las empresas son las personas, por ello los trabajadores tienen la prioridad en la intervención del SGSST, por esta razón la identificación de las personas, los procesos de comunicación, capacitación (virtual, presencial) que deberá incluir a sus familias que se han visto infectados o afectados por el virus. Teniendo como objetivo la prevención y promoción de la salud se debe suministrar con frecuencia, recomendaciones sanitarias básicas a los trabajadores y sus familias sobre cómo continuar protegiéndose en sus hogares y en los espacios públicos y evitar la contaminación.
ACTIVIDADES QUE SE PROPONEN ANTES DE RETORNAR:
• Planificar la fase de retorno laboral con la gerencia de la empresa y el líder del proceso operativo o de servicio, según corresponda a su empresa.
• Diseñar e implementar protocolos que garanticen que los empleados están sanos antes de volver a la jornada laboral.
• Garantizar un entorno seguro y saludable para cuando vuelvan.
• Prepararse para una recuperación por fases. Lo esperable es que pase un tiempo antes de volver a operar con normalidad y completamente; esto significa que necesitamos estar preparados para que la gente y las actividades se retomen de forma planificada y pausada. Diseñar diferentes escenarios hipotéticos que permitan planear acciones de control e intervención y estar preparados.
Se debe prestar especial atención a que las políticas de regreso al trabajo no discriminen a ningún trabajador y que tengan en cuenta las necesidades de las personas en situaciones vulnerables. Las políticas nacionales de regreso al trabajo deben tener en cuenta las cuestiones de género: debe garantizarse la participación de mujeres y hombres en la toma de decisiones a nivel nacional y en el lugar de trabajo.
También deben tenerse en cuenta las necesidades de las trabajadoras embarazadas, así como las de las trabajadoras con mayor riesgo de padecer enfermedades graves. Los trabajadores de la economía informal y los trabajadores refugiados y migrantes deberían tener acceso, en igualdad de condiciones, a las medidas de prevención, incluidos los EPP, al tratamiento y los cuidados para hacer frente a la COVID-19, a apoyo a la salud mental y apoyo psicosocial, a las remisiones, la rehabilitación y la protección social. Deberían adoptarse medidas especiales para prevenir la estigmatización social de los trabajadores infectados o sospechosos de estar infectados con la COVID-19, o que se hayan recuperado de la enfermedad.
Es posible que los trabajadores informales no puedan cumplir las precauciones exigidas por las autoridades sanitarias, como el distanciamiento físico, el lavado de manos o el autoaislamiento, lo que aumenta el riesgo de contagio. La protección de los trabajadores del sector informal debe centrarse en la prevención mediante la difusión oportuna de información y la sensibilización sobre la transmisión de la enfermedad. Las medidas básicas de control de infecciones, como la higiene respiratoria, el protocolo para el manejo de la tos y el uso de EPP, son esenciales cuando no se dispone de otros controles técnicos más sofisticados.